Las sagradas escrituras hindúes
El śruti (= revelación transmitida de viva voz) o el Veda
Comprende 4 Vedas:
El Rig-Veda (V. de estrofas en alabanza a los dioses)
El Yajur-Veda (V. de fórmulas rituales)
El Sâma-Veda (V. de cantos y melodías)
El Atharva-Veda (V. de Atharvan)
Cada uno de los cuatro Vedas contiene a su vez
Una colección básica, los samhitâ (la mayoría en verso), llamados mantras cuando se asignan a ritos.
Una explicación en prosa: los Brâhmanas
Otra serie de carácter más esotérico: los Âranyakas
Tratados especulativos: los Upanishads
Los Samhitâ-s
El Rig-veda-samhitâ es la colección básica de la que derivan las demás. Comprende 1028 himnos divididos en 10462 estrofas, la primera de las cuales está dedicada a Agni, patrón del Rig-Veda. El lugar que ocupan los himnos en la RVS es comparable al de los Salmos en la liturgia cristiana. Constituyen un tesoro poético del que se pueden extraer oraciones y recitaciones litúrgicas para una gran variedad de ocasiones (véase también aquí)
El Sâma-veda-samhitâ se compone principalmente de estrofas tomadas del RVS y adaptadas para la recitación cantada. Es un cántico con anotaciones musicales e indicaciones de melodías (véase también aquí)
El Yajur-veda-samhitâ agrupa fórmulas en verso y prosa, directamente asignadas al culto y dispuestas en el orden en que se utilizan en las ceremonias (véase también aquí)
El Atharva-veda-samhitâ contiene amuletos mágicos para una larga vida, contra la enfermedad, la posesión demoníaca, para ganar el amor de los demás o la riqueza.
El Bhagavad-gita consiste en un diálogo entre Sri Krsna, Dios, la Persona Suprema, y Arjuna, Su devoto, amigo íntimo y discípulo. Arjuna interroga a Krishna, que responde explicando la ciencia de la realización espiritual.
El Bhagavad-gita es parte del Mahabharata, compilado por Srila Vyasadeva, el avatara-escritor, quien apareció en la Tierra hace 5,000 años, como Sri Krsna, para beneficiar a las futuras generaciones escribiendo la sabiduría Védica.
Universalmente reconocida como la joya de la sabiduría espiritual de la India.
El Vedānta define la naturaleza de la Existencia, enseñando que el Ser (ātman) es de la misma naturaleza que Brahman, la Realidad indiferenciada última. La percepción de esta realidad está oscurecida en el hombre por conocimientos erróneos (viparyaya) sobre sí mismo y el mundo, que le impiden experimentar la plenitud de la unidad. En los Upaniṣad, la Conciencia pura, llamada Brahman (el Ser universal), se presenta como el sustrato del universo, a partir del cual aparecen el mundo y también la conciencia individualizada (ahaṃkāra). Pero todas estas formas, según el Vedānta, son sólo apariencias ilusorias, porque sólo Brahman existe en realidad. El mundo entero no es lo que parece: no tiene existencia independiente, es la manifestación de una realidad última, es una mera apariencia, y surge por el juego de māyā, el poder creador inherente a Brahman.
Es en este último aspecto en el que el Vedānta Advaita, que es una de las escuelas más representativas del Vedānta actual, hace especial hincapié (Ādi Śaṅkara, 800 d.C.) Es éste el origen del concepto de No-dualidad tal y como se ha extendido por todo el mundo y principalmente en Occidente. Se dice que Shankara4 influyó en muchos pensadores indios como Sri Aurobindo, Tagore, Osho, Ramana Maharshi y en muchos científicos extranjeros como Schrödinger y Einstein.
Las otras escuelas de Vedānta son: Viśiṣṭādvaita de Rāmānuja, Dvaitādvaita[ de Nimbarka, Dvaia de Madhva, Śuddhādvaita de Vallabha Acharya, Bhedābheda de Bhāskara.
Este camino del conocimiento absoluto enseñado en las Upaniṣads puede resumirse en estas tres afirmaciones:
sólo brahman es real ( brahma satyam )
el mundo es ilusorio ( jagan mithyā )
el individuo no es diferente de brahman (jîvo brahmaiva nāparah).
El estudiante debe darse cuenta de que el Ser en su interior no es diferente de brahman, mediante la experiencia directa: el Ātman es Brahman, lo que le lleva a percibir la presencia de brahman en todo.
Es el maestro (guru) quien ayuda al estudiante a darse cuenta de su naturaleza eterna impartiendo la enseñanza, resumida en esta gran afirmación:
Tat tvam asi : "Tú eres Eso".
Una vez recibida la enseñanza, el estudiante debe reflexionar por sí mismo, y también debe meditar sobre el Ser. La contemplación del mensaje de las Escrituras es un apoyo para esta meditación, como este mantra, por ejemplo, que afirma nuestra naturaleza divina y llena de dicha:
So'ham: "Yo soy Él"
Para el Advaita Vedānta, el universo es una entidad única, una Totalidad interconectada. Las distinciones entre los objetos resultan de la ignorancia de la verdadera naturaleza de la Realidad, idéntica al brahman, que trasciende el tiempo y el espacio. En este estado de ignorancia, el individuo es prisionero de las ilusiones del mundo y no puede escapar a las sucesivas reencarnaciones, fruto de su karma.